sábado, 10 de marzo de 2012

Semblanzas de Miguel Brenner por Fernando Pebe

 

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Bibliotecólogo, periodista y narrador de cuentos infantiles. Nació en la Villa Hermosa de Pauza (Ayacucho).Licenciado en Bibliotecología de la UNMSM. Email: fpebe9@yahoo.com

 

 

 

 

martes 17 de febrero de 2009

Semblanzas: Miguel Brenner Escobar







Cuando nació el pequeño Miguel, un colorido arco iris ilumino su casa. Pero en el campo las flores perdieron sus colores. El amanecer y el atardecer también, todo quedo en blanco y negro Los lugareños presintieron que algo extraordinario estaba por suceder. Algunos vieron huir por los montes a un duende azul, con una enorme paleta de colores. “Ese duende se robo los colores de nuestro campo”. Gritaron y lo persiguieron hasta cruzar el río pasamayo.

Desde entonces el duende azul molesta a los niños que van a la escuela, con adivinanzas de colores, que nunca adivinan. Castigando con su chicote picante a los niños malcriados y tontitos.

Mientras que el niño Miguelito crecía en el valle encantado, soñando con mil colores. Fantásticas figuras, formas y siluetas poblaban su imaginación. Sus abuelos maternos alimentaban la creatividad del niño con historias y relatos de la mítica cultura Chancay.

Hasta que un buen día el estudioso Miguelito se encontró cara a cara con el duende azul. Quien se quedo asombrado como un niño, de la habilidad pictórica del pequeño. “Serás un gran pintor, la magia de tus colores te llevaran a conquistar la eterna cuidad luz. Volaras por lugares donde solo van los elegidos”. Dijo el duende azul y desapareció. Cuentan que desde entonces Miguelito se convirtió en un duende pintor.

Miguel Brenner Escobar, el duende pintor de nuestra historia nació en Huaral el 8 de septiembre de 1953, justo cuando la primavera afinaba sus colores, para florecer en los campos. Hijo de don Luis Brenner Salas y doña Antonia Escobar. Paso su infancia entre chacra y mar de la hacienda Pasamayo, donde la naturaleza le revelo sus coloridos secretos.

En 1973 ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes. Tuvo que desempeñar cien oficios para solventar sus estudios. Con su pelo largo y sus bigotes a lo mosquetero se graduó brillantemente en 1979, ante la admiración de sus maestros, que le vaticinaron un gran futuro. El duende pintor que habita en su corazón lo lleva a crear coloridos bodegones, luminosos paisajes y un fantástico surrealismo. Su mágico pincel no descansaba.

Sin más apoyo que el de su propio trabajo, se gano una Beca de Estudios en París (Francia, 1983), la ciudad luz de sus sueños. Su creatividad artística lo traslada a Roma (Italia), donde en poco tiempo expone sus cuadros. Ganándose la admiración de la sabia critica italiana.

Su exótica pintura deslumbra a los conocedores. La poesía de sus colores hechiza a la vieja Europa. Brenner era algo nuevo y original en el selecto mundo del arte pictórico, recorrió exitosamente Florencia, Venecia, Milán. Luego de un año de intenso trabajo, vuela a París. Donde a base de mucho talento se consagra definitivamente. Cumpliéndose la profecía del duende azul.

Allí, en la mismísima ciudad luz se codea con escritores, poetas y pintores latinoamericanos. Expone en las mejores galerías de Francia. Después de triunfar en Europa, regresa a su patria. Donde se enfrenta a la mezquina critica limeña. Demostrando a puro trabajo su gran talento. Expone sus magistrales obras en Chile, Colombia y Estados Unidos.

Miguel Brenner Escobar, es la figura cultural que le faltaba a Huaral. Actualmente se prepara para celebrar sus 30 años de fecunda vida artística. Conocí a Brenner en Huaral, cuando por primera vez presento sus obras en su tierra natal.

La azulada aura sobre su crecida cabellera, me dio la certeza de encontrarme ante un verdadero duende mágico. Web: http://www.miguelbrennerart.com/

1 comentarios:

david tupac dijo...
Bueeena, Fernando!

Así se escribe una semblanza. Así se presenta al mundo la adminración que nos produce el trabajo: arte es trabajo, es conquistar la imagineria personal para deleite de los demás. Es pasión por lo inacible.
David Yépez Vidal

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