El !S.O.S! DE LA DESGLACIACIÓN
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Tomado de la revista AGRONOTICIAS ABRIL 2013.
Ya hemos perdido entre el 30 y el 50% de nuestros glaciares, incluso entre el 80 y el 100% en el caso de los más pequeños y ubicados por debajo de los 5,400 metros de altitud; pero aún no reaccionamos como debemos, no obstante que de esas masas de hielo en proceso de extinción depende crucialmente nuestra actual y futura disponibilidad de agua
Por ahora, este proceso significa una mayor disponibilidad hídrica en las cuencas respectivas, pero ¿qué nos pasará cuando esas masas de nieve se extingan? Con esta preocupación central en la mente, AGRONOTICIAS logró
la siguiente entrevista exclusiva con el Dr. Bernard Francou, experto del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia y hoy representante de éste en Bolivia, luego de la conferencia magistral que ofreciera en la Autoridad Nacional del Agua (ANA) el 14 pasado, en torno al tema "Evolución de los glaciares andinos tropicales frente al cambio climático y consecuencias en el funcionamiento de las altas cuencas de montaña"
Para leer, pensar y actuar como país, antes que sea demasiado tarde
— En función de los estudios realizados por el IRD en los glaciares y nevados alto andinos, Dr. Francou, ¿la desglaciación de éstos es un proceso reciente?
—No, comenzó entre los años 1730 y 1750 después de Cristo (DC), tras la “pequeña edad de hielo (siglos XIV-XIX). Pero el proceso se aceleró dramáticamente durante el siglo XX (después de los años 30) y más aún a partir del año 1976.
—¿Cuáles son las causas de este proceso?
—Principalmente dos: el calentamiento del océano Pacífico tropical y el calentamiento global, variables interdependientes
—¿Sus efectos más ostensibles?
—Son dramáticos: en los Andes a tropicales ya hemos perdido entre el 30% y el 50% de los glaciares. Aún más, en el caso de los pequeños glaciares —con menos de kilómetro cuadrado de extensión y ubicados de 5400 metros de altura para abajo— las pérdidas han ido 80% a 100%; aunque muchos —especialmente los que viven lejos de las montañas— aún no se han dado cuenta. Esto para los países andinos significa pérdida de las grandes reservas congeladas de agua dulce y de biodiversidad, además de alteración ambiental.
—¿El retroceso de los glaciares es homogéneo en la subregión andina o varía según países y lugares específicos?
—Es bastante homogéneo entre Colombia y Bolivia, pasando por Ecuador y el Perú. La única distinción se da entre los glaciares “grandes”, que tienen áreas de acumulación extendidas por encima de 5400 metros de altitud, los cuales cada año pierden un promedio de 0,6 metro equivalente en agua (eq.agua), y los glaciares “pequeños”, situados por debajo de esa cota y cuya áreas de acumulación prácticamente han desaparecido, con pérdidas promedio de 1.2 metros de eq.agua al año, o sea, el doble.
—¿Con qué medios o tecnologías se mide la desglaciación?
—El balance de masa de esos cuerpos de hielo se mide por métodos glaciológicos e hidrológicos, así como mediante el análisis de fotografías aéreas e incluso de imágenes satelitales (vía métodos fotogramétricos), y en los casos más recientes con la tecnología “Lidar”. También medimos el balance energético, a través de estaciones meteorológicas complejas y permanentes instaladas entre los 4900 y 5000 metros de altitud.. Todo esto funciona en red, con equipos y profesionales especializados.
— ¿Todas las masas de nieve están en riesgo o solamente las ubicadas en las partes bajas?
— La regla general es: a mayor temperatura —lo cual tiene que ver con la altitud— mayor desglaciación.
— ¿Cuáles son los casos más clamorosos en el caso peruano?
— Esto lo saben mejor los científicos peruanos. Pero podría decir que los intentos por “pintar” de blanco a las superficies antiguamente ocupadas por glaciares, para refractar a los rayos solares, son pura pérdida de dinero y tiempo.
— En las condiciones actuales de la temperatura ambiental, ¿en cuánto tiempo más podrían desaparecer los glaciares alto andinos más susceptibles ante el calentamiento global?
— Según algunas proyecciones de modelos de evaluación, con un aumento de más de tres grados centígrados de temperatura en los glaciares tropicales andinos, el límite de la nieve o línea de equilibrio podría llegar a 5700-5800 metros. En este caso (hipotético), los glaciares podrían desaparecer si no por completo, por lo menos la mayor parte, aunque no se sabe cuándo. Todo depende de los escenarios considerados por dichos modelos y de la realidad progresiva. En cuanto a las precipitaciones pluviales, hasta ahora las proyecciones son también muy inciertas.
—¿En qué medida la disponibilidad de agua dulce para los países andinos depende actualmente de los deshielos y qué pasaría con éstos si los glaciares se agotaran?
— En un primer tiempo, los deshielos proporcionan más agua en las cuencas donde todavía quedan glaciares. Pero a medida que se reducen las masas de nieve, baja el flujo hídrico. En el peor de los casos (desaparición completa), los lagos, lagunas y ríos pasan o pasarán a depender únicamente de las lluvias estacionales. Esto quiere decir que en las temporadas de estiaje y en los años secos, el agua será muy escasa, por la desaparición del rol regulador de los glaciares. En este sentido, los países andinos que más dependen de los deshielos son el Perú y Bolivia, en este orden. Por consiguiente, son los que más deben preocuparse ante la desglaciación.
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—¿Actualmente existe algún sistema o servicio de monitorio sostenido del comportamiento de los glaciares andinos?
— La cooperación francesa —representada por el IRD— ha facilitado la creación de un observatorio permanente de los glaciares en algunas regiones “estratégicas” de los Andes tropicales: Colombia, Ecuador, Perú (Cordillera Blanca) y Bolivia (Cordillera Real). Ahora se trata de mejorar dicho servicio y de facilitar su transferencia a las instituciones nacionales andinas. Ya hemos avanzado bastante en este sentido, incluso formando unos siete doctores de universidades andinas en Francia. Además, algunos institutos especializados —como el INAMHI de Ecuador, el SENAMHI del Perú y el IDEAM de Colombia— ya están asumiendo su parte de responsabilidad en la gestión del sistema de monitoreo de glaciares que hemos elaborado. Pero es necesario ir más allá.
— Para concluir, Dr. Francou, ¿qué invocación o recomendación haría Ud. frente a la desglaciación?
— Fundamentalmente, hacer conocer este proceso a la población en general y a los tomadores de decisión en particular. Pues la desglaciación es el efecto más visible del calentamiento global y el cambio climático, con efectos dramáticos para el futuro de los países andinos. También es necesario hacer comprender a la sociedad que la mayor responsabilidad de este cambio corresponde al hombre.
— Cierto.
— Además, todos debemos tener presente que los glaciares son los grandes “centinelas” del clima, que nos alertan sobre lo que está pasando y puede pasar con el clima. Por ello, gracias al apoyo del Proyecto PRAA de la Comunidad Andina, estamos preparando un libro de divulgación sobre el tema, con una síntesis de nuestros trabajos sobre los glaciares, incluyendo también los valiosos aportes de los otros equipos involucrados en la misma tarea.
— Muchas gracias
— A ustedes.
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"Cuando todo parece imposible siempre hay un recurso para la fantasía y la imaginación, por eso hay literatura, para hacernos vivir aquello que no podemos en la vida real". "La literatura nos permite vivir otras vidas, salir de una cosa reducida, mediocre e identificarse con destinos que rompen la normalidad, que nos hacen vivir pasiones incandescentes, que nos convierten en seres aventureros". MARIO VARGAS LLOSA.
miércoles, 10 de abril de 2013
eL SOS DE LA DESGLACIACION
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